A la hora del vermut, Rooster se sirve por la canilla de Madirán

 

En Madirán Almacén de Vinos comienza la historia del vermut tirado en Uruguay. Si bien la marca Rooster tiene dos años en el mercado nacional, es la primera vez que su vermut artesanal se sirve en un bar y desde una canilla.

Lo nuevo de Rooster es un vermut seco de tannat en dos versiones, tinto y rosado, ideales para abrir el apetito tanto a mediodía como antes de la cena.

¿Qué es un vermut?

En pocas palabras, es una bebida a base de vino a la que se le incorpora alcohol vínico macerado con diferentes botánicos, como hierbas, raíces y especias. Queda a criterio del productor manejar cuáles y qué cantidad de cada uno de esos productos utilizará en la búsqueda del perfil deseado para su bebida.  

Botánicos locales

Los productores de Rooster, luego de una extensa investigación sobre hierbas, especias de los Alpes y del Mediterráneo, recetas de vermut y técnicas enológicas italianas, se dieron cuenta de que la solución estaba más cerca. Observando a cocineros e investigadores de la flora autóctona nacional, concluyeron que utilizar botánicos que están a la mano era una de las claves para darle carácter local a la bebida. Es así que está compuesta por 21 botánicos, algunos autóctonos y otros no, pero todos conocidos y de uso cotidiano en los hogares del Río de la Plata. El mejor ejemplo es la yerba mate, que marca su personalidad como amargante. Otro elemento que suma a la calidad de Rooster, y se luce en los paladares, es el vino fino utilizado como base.

Los sommeliers Pablo Bianchi y Antonella Borroni son los nombres detrás de la marca Rooster, con el vermut artesanal como bebida emblema. No resignan esfuerzos para lograr que este emprendimiento sea de triple impacto. Pues no les basta con generar dinero, sino que también consideran muy importante contribuir con el mejoramiento de las condiciones ambientales y sociales del entorno en el que viven. Es por ese motivo que la botella de Rooster es lavable y reutilizable, tiene un tapón especial para ese fin, y la etiqueta es hecha en serigrafía para que no se estropee con los lavados y pueda comunicar al consumidor toda la información que plasma.

Texto y fotos: Sergio Gómez