Su pasión por la cocina despertó de grande. Terminó el liceo, entró a la Facultad de Ciencias Biológicas y, en ese primer año, empezó a perder exámenes que lo llevaron a abandonar la carrera. Fue a partir de allí que Pablo Paleo, quien actualmente se encuentra a la cabeza del restaurante Dueto junto a su señora Mercedes, decidió introducirse en el mundo de la gastronomía.
El cocinero del hogar
Pablo disfrutaba mucho de cocinar en su casa. Era una familia bastante numerosa -cinco hermanos, su mamá y su papá- y no había nadie que se dedicara de lleno a la cocina. Todos los días hacía los siete cubiertos y cocinaba como en cualquier familia, desde matambre a la leche, hasta pastel de carne o milanesas.
Pero un día comenzó a profesionalizar esos conocimientos. Entró a la Escuela Superior de Hotelería del Uruguay, donde tuvo profesores como el reconocido gastronómico Hugo García Robles y empezó con pasantías y experiencias laborales en lugares como el Club de Golf del Uruguay, el Conrad o El Mejillón en Punta del Este. “Viví experiencias gastronómicas que me hicieron decir ‘esto está de más’”, recuerda Paleo.
Primeros pasos
Luego de recibirse de cocinero y de trabajar en diferentes lugares de Punta del Este, Pablo ingresa a Panini’s, un restaurante que lo vio crecer tanto personal como profesionalmente. Allí conoció a su señora Mercedes, pero también tuvo muchos aprendizajes. Tal fue su progreso que en el año 2008, ya estando en pareja, decidió crear y abrir su propio espacio gastronómico: Dueto Cocina Urbana.
“En Dueto estamos en todo. Tenemos una contadora que nos hace la parte de DGI, sueldos, BPS, pero después hacemos todo nosotros; hablamos con los proveedores, manejamos el personal, los menús”, cuenta. Sin embargo, y a pesar de las múltiples tareas, sus roles siguen siendo iguales a los que tenían en Panini’s; él como encargado de cocina y ella como responsable de sala.
Hoy, el futuro de Dueto es incierto. “Han surgido propuestas para abrir otro local en Pocitos, Punta Carretas, Punta del Este, pero queremos cuidar acá, tratar de disfrutar, mantenernos y poder vivir de esto”, explica Pablo. Sin embargo, y si hay algo de lo que no tuvo dudas al momento de responder fue sobre su plato favorito, y la milanesa con papas fritas fue la primera y única opción manejada por el chef.