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Por Alva Sueiras
La historia de Santa Laura
Todo empezó en 2012, aunque la idea se empezó a gestar un par de años antes. Cerro Largo era estadía obligada cada vez que el matrimonio conformado por Laura Blanco y Gonzalo Aguirre, regresaban de visita a Uruguay desde su residencia en Miami. La familia de Laura tiene un emprendimiento ganadero en Cerro Largo desde hace mas de 50 años y en su retorno al país fue la encargada de hacerse cargo. Esa vuelta al Uruguay y al campo, trajo consigo la búsqueda de un emprendimiento compartido entre Laura y Gonzalo. Viajaron, visitaron productores, se capacitaron y de a poquito la olivicultura les fue atrapando.
Un emprendiendo de Cerro Largo
El proyecto familiar comenzó con 15 hectáreas de olivo y en poco mas de diez años llegó hasta las 100 hectáreas. Desde el comienzo tuvieron claro que era necesario participar en todos los procesos del negocio, desde el plantado hasta la elaboración. La idea inicial era construir una almazara para la séptima cosecha, pero en la quinta, ya se habían animado a completar las instalaciones agregando una planta de elaboración. Cinco años después, ampliaron el espacio. Toda una aventura la de emprender con el olivo en Cerro Largo sin precedentes recientes en olivicultura.
Un aceite de oliva extra virgen de calidad
Para la creación de Santa Laura, el matrimonio trabajó en profundidad el desarrollo de marca, asesorándose en Uruguay y en España. La guarda pampa del diseño, la elección de colores y una búsqueda lograda de identidad uruguaya y cerrolarguense, les valió el premio a Mejor Identidad de Marca en la categoría Design Awards de Olio Nuovo Days 2021 y Mejor Diseño de Etiqueta en Olivinus 2017. Once años después de sus inicios, la marca crece de forma sostenida. No llevó mucho tiempo que la gente entendiera que Cerro Largo puede tener un aceite de oliva extra virgen de calidad. El producto, con sobrada capacidad para defenderse solo, se hizo rápidamente un lugar en el mercado, dentro del sector gastronómico y en el corazón de los arachanes, que hoy sienten el producto como propio.
Un suelo ideal
Cerro Largo tiene un clima más continental que otras zonas de Uruguay, con las 4 estaciones bien marcadas y una superficie con buen drenaje. Estas condiciones favorables para el olivo han permitido la elaboración de unos aceites de calidad sobresaliente. Y esa apuesta a la calidad sobre la cantidad, ha desembocado en que los aceites de Santa Laura hayan recibido numerosos premios en certámenes celebrados, entre otros destinos, en Los Ángeles, Nueva York, Atenas, París, Japón, Jerusalén y Mendoza.
Todos los detalles bajo control para lograr el mejor producto
Entre las claves de la calidad del producto están la salubridad de los árboles y sus frutos, la exactitud en el momento de cosecha –siempre antes del envero ya que la aceituna verde deriva en los aceites más valorados– el transporte inmediato hacia la almazara, la proximidad de las instalaciones, la forma de extracción del jugo para evitar modificaciones indeseadas, el lavado, la molienda, el amasado, el decantado y el filtrado. Siempre procesos cuidados e íntegramente controlados. La temperatura, la limpieza y la rapidez del proceso son, también, aspectos prioritarios cuando se apuesta por productos premium.
Las variedades
Santa Laura tiene dos blends, un bivarietal llamado Reserva Familiar de las variedades arbequina y coratina.
En trivarietal llamado Selección Limitada de 2023 tiene gran presencia la variedad Picual, una de las destacadas del olivar.
Además de los envases de 250 y 500 ml, Santa Laura introdujo el bag in box, considerado el sistema mas seguro para la preservación de las cualidades del aceite, ya que no mantiene contacto con la luz ni con el aire. Su cierre hermético y la extracción por canilla, hacen que el producto mantenga su calidad original intacta. De cara a las fiestas y bajo la consigna de que regalar aceite es transversal a toda la familia, han sacado un estuche de monovarietales que incluye picual, arbosana y manzanilla.
Santa Laura también apunta al turismo
El oleoturismo forma parte del proyecto de Santa Laura, por el potencial turístico que supone estar a 60 km de la frontera con Brasil y por la singularidad de un paisaje que merece la pena conocer. El monte de olivos se ubica entre una zona de chacras de Melo y la sierra de Ríos, muy próximos a la frontera con la Pampa Gaucha de Río Grande do Sul.
El aceite de oliva extra virgen uruguayo es sinónimo de calidad
Los productores olivícolas del país han apostado por el producto de calidad, lo cual permite que hoy Uruguay tenga su peso como productor de aceites de oliva virgen extra de calidad. El consumidor uruguayo ha ido introduciendo el aceite de oliva virgen extra nacional a su dieta y los gastrónomos han incorporado el producto en las mesas de sus restaurantes. A sus innatas propiedades gastronómicas hay que agregarle los beneficios para la salud de su consumo: aumenta el colesterol bueno y disminuye el malo, aumenta la inmunidad y reduce las enfermedades relacionadas con el envejecimiento, su consumo está asociado a la disminución de los índices de obesidad, protege el estómago y la piel, y tiene propiedades inflamatorias.
